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¿Cómo blockchain ha cambiado el mundo de las finanzas y nuestra concepción del dinero?

¿Cómo blockchain ha cambiado el mundo de las finanzas y nuestra concepción del dinero?

[vc_row full_width=”stretch_row” css=”.vc_custom_1519197905763{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column][ct_image position=”centered” disable_lightbox=”1″ src=”3299″][ct_divider margin_top=”55″][vc_column_text]

¿Cómo blockchain ha cambiado el mundo de las finanzas y nuestra concepción del dinero?

[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text el_class=”.title-h3″]

  1. El problema de doble gasto
  2. La minería
  3. Ethereum y los smart contract
  4. Claves para enfocar la desigualdad

[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Sin lugar a dudas, la tecnología que tendrá el mayor impacto de las próximas décadas en tu vida ha llegado, y está aquí para quedarse. No te equivoques, no son las redes sociales, ni el procesamiento de grandes volúmenes de datos (BigData). No es la robótica, ni la inteligencia artificial, pese a los enormes devotos tras la machine learning, ni siquiera de la realidad aumentada…. ¿entonces de qué se trata? Pues es blockchain, una tecnología subyacente de las criptomonedas donde Bitcoin brilla como el paladín de las mismas.

Se llama blockchain, cadena de bloques. No es la palabra más glamurosa del mundo, pero será fundamental en la próxima generación de Internet con sus webs 3.0, y que encierra una gran promesa para cada negocio, cada sociedad y cada uno de nosotros. En las últimas décadas, hemos tenido la internet de la información. Cuando uno envía un correo electrónico o un archivo de PowerPoint o algo así, en realidad no envía el original, envía una copia. 

Y eso es genial al ser la democratización de la información. Pero si se trata de activos, cuestiones como dinero, activos financieros como acciones y bonos, puntos de fidelización, propiedad intelectual, música, arte, un voto, créditos de carbono y otros activos,  entonces, enviar una copia es una mala idea. Si yo les envío una cantidad de dinero, es muy importante que yo no siga teniendo el dineo, pero también que no pueda volver a enviar una copia de esa misma transacción. [/vc_column_text][ct_divider margin_top=”55″][ct_quote]El blockchain es una tecnología subyacente de las criptomonedas donde Bitcoin brilla como el paladín de las mismas.[/ct_quote][ct_divider margin_top=”55″][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwaWQlM0QlMjJ1bm8lMjIlM0UlMjAlMjAlMjAlMjAlM0MlMkZkaXYlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1519990302017{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column css=”.vc_custom_1519994984124{padding-top: 0px !important;}”][vc_column_text]

El problema de doble gasto

[/vc_column_text][vc_column_text]El problema anterior ha sido denominado el problema del “doble gasto” por los criptógrafos desde hace mucho tiempo. Hoy nos basamos completamente en grandes intermediarios como los bancos, el gobierno de tu país, grandes empresas tecnológicas, compañías de tarjetas de crédito, etc; para establecer la confianza en nuestra economía. Y estos intermediarios realizan la lógica de negocio y de transacciones de todo tipo de comercio, de autentificación, identificación de personas, mediante compensación, liquidación y mantenimiento de registros. Y, en general, hacen un muy buen trabajo, pero hay problemas crecientes:[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner][ct_divider margin_top=”-8″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”1″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]Para empezar los tipos de organizaciones anteriormente citadas, están centralizadas. O sea que pueden ser hackeadas y cada vez lo son más las que sufren algún ciberataque (JP Morgan, el Gobierno Federal de EE.UU., LinkedIn, Home Depot…). Excluyen a miles de millones de personas de la economía mundial, por ejemplo, las personas que no tienen suficiente dinero para tener una cuenta bancaria. Frenan el movimiento de las cosas.[/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”2″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]En un segundo un correo electrónico da la vuelta al mundo, pero se tardan días e incluso semanas, el mover dinero en el sistema bancario dentro de una misma ciudad. Y por si fuera poco comisionan una gran parte (entre el 10-20 % solo por enviar dinero a otro país).[/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”3″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]Toman nuestros datos, es decir que no podemos monetizar eso ni usarlo para administrar mejor nuestras vidas. Socavan nuestra privacidad. Y el mayor problema es que, en general, se han apropiado de la generosidad de la era digital en forma asimétrica.Toman nuestros datos, es decir que no podemos monetizar eso ni usarlo para administrar mejor nuestras vidas. Socavan nuestra privacidad. Y el mayor problema es que, en general, se han apropiado de la generosidad de la era digital en forma asimétrica.[/vc_column_text][/ct_textbox][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Tenemos creación de riqueza, pero con creciente desigualdad social. ¿Y si no existiera solo una internet de la información? ¿Y si existiera una internet del valor, una especie de libro mayor distribuido, vasto, global, que se ejecute en millones de computadoras y que esté disponible para todos? Allí todo tipo de activos, desde el dinero hasta la música, podría almacenarse, moverse, tramitarse, intercambiarse y manejarse, sin intermediarios poderosos. Qué gran acierto sería ese, ¿verdad?

Hace unos años ya, concretamente el pasado año 2008, la industria financiera colapsó y, quizás de manera propicia, una persona o grupo de personas llamada Satoshi Nakamoto, crearon un documento donde desarrollaron un protocolo para un dinero digital que usa una criptodivisa subyacente llamada Bitcoin. Esta criptodivisa permite establecer confianza y hacer transacciones sin una tercera parte. Y este acto aparentemente sencillo desencadenó una chispa que encendió al mundo, y tiene a todos interesados, sea por terror o por otro tipo de interés en muchos lugares. Pero no se confundan con Bitcoin. Bitcoin es un activo; sube y baja, y debería interesarles si son especuladores, pero si estás aquí sabrás que los holders de We Finance somos de otra estirpe.

En términos más generales, Bitcoin, es una criptodivisa. No es una moneda fiduciaria controlada por un estado-nación. Y eso es de mayor interés, aunque lo interesante aquí es la tecnología subyacente: blockchain.

Por primera vez en la historia, las personas de todos lados pueden confiar unas en otras y hacer transacciones P2P (persona a persona). La confianza no la establece una gran institución o megaempresa, sino la colaboración, mediante criptografía, y un código de programación. Y como la confianza es nativa a esta tecnología, la denominó “Protocolo de Confianza”.

Probablemente ya te estarás preguntando ¿y cómo funciona esto? Pues bastante bien por cierto, pero seremos más concretos. Los activos digitales como el dinero, la música y todo lo demás, no se almacenan en un lugar central, sino que se distribuye en un libro mayor global, usando el nivel más alto de criptografía (y de ciberseguridad). Y cuando se realiza una transacción, se registra a nivel mundial, a través de millones y millones de ordenadores. Y repartidos por todo el mundo, hay un grupo de “mineros” de Bitcoin que tienen una potencia de cálculo enorme a su alcance (entre 10 a 100 veces mayor que la de Google en todo el mundo). Estos mineros hacen mucho trabajo. Y cada 10 minutos, se crea un bloque con todas las transacciones realizadas en ese periodo de tiempo.[/vc_column_text][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwaWQlM0QlMjJkb3MlMjIlM0UlMjAlMjAlMjAlMjAlM0MlMkZkaXYlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1519990302017{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column css=”.vc_custom_1519994984124{padding-top: 0px !important;}”][vc_column_text]

La minería

[/vc_column_text][vc_column_text]El trabajo de los mineros es el de resolver problemas difíciles, pero compitiendo por ver quién es el más rápido:  El primer minero en averiguar la verdad y validar el bloque, es recompensado con moneda digital, en el caso de la cadena de bloques de Bitcoin, con un Bitcoin. Y entonces, surge la parte clave, ese bloque se vincula con el bloque anterior, y ese con su bloque anterior, para crear una blockchain. Y todos reciben una marca de tiempo, algo así como un sello de cera digital. Así, si quisiera piratear el bloque y, digamos, pagarte a ti y a varias personas con el mismo dinero, tendría que hackear ese bloque, y todos los bloques anteriores, toda la historia comercial de esa cadena de bloques. ¡Ah! Y no solo en un ordenador sino en millones de computadoras, de forma simultánea, con los niveles más altos de encriptación y con un gasto estratosférico en electricidad de decenas de miles de dólares/hora. ¿Difícil eh?

Como podemos intuir, es infinitamente más seguro que los sistemas informáticos que tenemos hoy en día. La blockchain funciona así. La cadena de bloques de Bitcoin es solo una, pero existen muchas otras.[/vc_column_text][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwaWQlM0QlMjJ0cmVzJTIyJTNFJTIwJTIwJTIwJTIwJTNDJTJGZGl2JTNF[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=”stretch_row” css=”.vc_custom_1519197905763{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column][ct_divider margin_top=”55″][ct_quote]Los activos digitales como el dinero, la música y todo lo demás, no se almacenan en un lugar central, sino que se distribuye en un libro mayor global, usando el nivel más alto de criptografía (y de ciberseguridad).[/ct_quote][ct_divider margin_top=”55″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1519990302017{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column css=”.vc_custom_1519994984124{padding-top: 0px !important;}”][vc_column_text]

Ethereum y los smart contract

[/vc_column_text][vc_column_text]El genio canadiense de 22 años, Vitalik Buterin, desarrolló la cadena de bloques “Ethereum” con algunas capacidades extraordinarias. Una de ellas es que permite crear contratos inteligentes o los  Smart contract. Estos, son contratos que se auto-ejecutan, es decir, el contrato se encarga de la ejecución, la gestión, el desempeño y del pago, una vez que se produzcan los hechos acordados entre dos personas o entidades.

En la cadena de bloques Ethereum actualmente, hay proyectos en marcha para desde crear un nuevo modelo para el mercado de valores, como hasta para crear un nuevo modelo de democracia, en el que la clase política sea responsable ante sus ciudadanos. 

Para entender el cambio radical que blockchain está produciendo, pongamos como ejemplo el cómo usamos nuestra tarjeta de débito o crédito. Un flujo de bits pasa a través de una docena de empresas, cada una con su propio sistema informático, y a veces y sin previo aviso, se produce una liquidación o estafa y no nos llega el producto adquirido. ¿Irritante no? 

Con una industria financiera basada en la cadena de bloques, no habría liquidación o estafa, ya que el pago y la liquidación es la misma actividad, es solo un cambio en el libro mayor. Así que en Wall Street, en la bolsa de Londres, Madrid… o en cualquiera bolsa del mundo, esto generó un cimbronazo en la industria financiera, y se preguntan: “¿Seremos reemplazados? ¿Cómo podemos adoptar esta tecnología para tener éxito?”

Pero no sólo queda “la cosa” en una incertidumbre para el mercado tradicional financiero, más allá aún, ¿qué otras ventajas nos traerá blockchain en nuestro día a día? 

Prosperidad. La primera era de Internet, el internet de la información, nos trajo riqueza pero no una prosperidad compartida, porque la inequidad social va en aumento. Y eso está en el corazón de la ira, el extremismo, el proteccionismo, la xenofobia y peor lo que estamos viendo cada vez más en el mundo de hoy, el Brexit es el caso más reciente.[/vc_column_text][vc_raw_html]JTNDZGl2JTIwaWQlM0QlMjJjdWF0cm8lMjIlM0UlMjAlMjAlMjAlMjAlM0MlMkZkaXYlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1519990302017{margin-bottom: 0px !important;}”][vc_column css=”.vc_custom_1519994984124{padding-top: 0px !important;}”][vc_column_text]

Claves para enfocar la desigualdad

[/vc_column_text][vc_column_text] ¿Podríamos desarrollar nuevos enfoques a este problema de la desigualdad? Porque el único enfoque hoy es redistribuir la riqueza, poner impuestos y difundirlos más. ¿Podríamos redistribuir la riqueza? ¿Podríamos cambiar la forma de crear riqueza en primer lugar, democratizando la creación de riqueza, alentando a más personas en la economía, y asegurando que reciban compensación justa? Sí. Ahora veremos cómo:[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner][ct_divider margin_top=”-8″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”1″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]¿Sabían que el 70 % de las personas en el mundo que tienen tierra tienen un título endeble de la misma? Uno tiene una pequeña granja, llega un dictador al poder, dice: “Sé que tienes un papel que dice que eres dueño de tu granja, pero la computadora del gobierno dice que mi amigo posee tu granja”.

Esto sucedió en una escala masiva en Honduras, y este problema existe en todas partes. Hernando de Soto, el gran economista latinoamericano, dice que este es el tema número uno en el mundo en términos de movilidad económica, más importante que tener una cuenta bancaria, porque si uno no tiene un título válido de su tierra, no puede pedir préstamos con esa garantía, y no puede planificar el futuro. Así que hoy, las empresas están trabajando con los gobiernos para poner los títulos de propiedad en una blockchain

Y una vez que está ahí, es inmutable. No se puede hackear. Esto crea las condiciones para la prosperidad de potencialmente miles de millones de personas. [/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”2″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]Se ha escrito mucho sobre Uber, Airbnb, TaskRabbit, Lyft, etc. como parte de la economía del compartir. Es una idea muy potente, que las personas puedan unirse y crear y compartir riqueza, pero ¿la están compartiendo realmente?

De hecho, tienen éxito precisamente porque no comparten. Consolidan los servicios, y los venden. ¿Y si Airbnb en vez de ser una corporación de 25.000 millones de dólares fuera una aplicación distribuida de cadenas de bloques, “Block-Airbnb”, ¿y fuese propiedad de todas las personas que tienen una habitación en alquiler? Y cuando alguien quiere alquilar una habitación, van a la base de la blockchain, seleccionan algún criterio, filtran, eso les ayuda a encontrar la habitación correcta, luego la blockchain ayuda con la contratación, identifica a las partes, maneja el pago con transferencias digitales incorporados en el sistema. Incluso gestiona la reputación, porque si califica una habitación como de 5 estrellas, esa habitación está allí, y está calificada, es inmutable.[/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”3″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text css=”.vc_custom_1644763024323{margin-bottom: 0px !important;}”]El mayor flujo de fondos mundial desarrollado internacionalmente no es la inversión empresarial, y ni siquiera la ayuda exterior. Son las remesas. Esta es la diáspora mundial; las personas han abandonado sus tierras ancestrales, y están enviando dinero a sus familias en casa. Son 600.000 millones de dólares anuales, y va en aumento, y estas personas están siendo estafadas. Si, estafadas.

Leímos hace tiempo el ejemplo de un conferenciante sobre Analie Domingo, un ama de llaves residente en Toronto (USA), que cada mes va a la oficina de Western Union con un poco de efectivo para enviar las remesas a su madre en Manila. Le cuesta un 10% de comisiones; el dinero tarda de 4-6 días en llegar allí; su madre nunca sabe cuándo va a llegar. Le lleva cinco horas de su semana hacer esto. 

Pero hará unos 6 meses, Analie Domingo usó una DApp (una aplicación basada en la blockchain) de nombre, Abra. Desde su smartphone envió 300 dólares. Fue directamente al móvil de su madre sin pasar por el intermediario. Su madre miró el móvil, es como la interfaz de Uber, hay “cajeros” Abra que se mueven alrededor. Ella hace clic en un cajero 5 estrellas, que está a 7 minutos. El tipo va a su puerta, le da sus pesos filipinos, ella los pone en su cartera.  Todo se hace en minutos, y a ella le cuesta el 2 %. Es una gran oportunidad para la prosperidad.[/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”4″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]El activo más importante de la era digital son los datos. Los datos son una nueva clase de activo, quizá más grande que las clases de activos anteriores, como la tierra bajo la economía agraria, o una planta industrial, o incluso el dinero. Y nosotros “creamos” estos datos. 

Nosotros creamos este activo, y dejamos este sendero de “migas de pan” a nuestro paso, conforme vamos por la vida. Y esas migas forman una imagen especular de nosotros, mi “yo virtual”. Y mi yo virtual puede saber más de uno que uno mismo, porque no podemos recordar qué compramos hace un año, o qué dijimos hace un año, o nuestra ubicación exacta hace un año. Y el yo virtual no es propiedad de nosotros, pero él si puede recordarlo todo, y vender esa información a un tercero.

Ese es el gran problema. Por eso hoy hay empresas que trabajan para crear una identidad en una caja negra, el yo virtual propiedad de uno. Y esta caja negra se mueve con uno conforme uno viaja por el mundo, y es muy, muy tacaña. Solo da el ápice de información requerido para hacer algo. En muchas transacciones, el vendedor no necesita saber quién es uno. Solo necesita saber que le pagaron. Y este avatar barre con todos estos datos y permite monetizarlos. Es algo maravilloso, porque nos puede ayudar también a proteger nuestra privacidad, y la privacidad es la base de una sociedad libre.

Recuperemos este activo que creamos para nuestro control, donde poder ser dueños de nuestra propia identidad, y administrarla con responsabilidad. [/vc_column_text][/ct_textbox][ct_divider margin_top=”-23″][ct_textbox content_background_color=”” padding_top=”8″ padding_bottom=”26″ border_color=”#dfe5e8″ border_width=”1″][ct_dropcap shape=”circle” letter=”5″ color=”#ffffff” background_color=”#46b48f”][ct_divider margin_top=”-41″][vc_column_text]Hay muchos creadores de contenidos que no reciben una compensación justa, porque el sistema de propiedad intelectual está roto. Se rompió en la primera era de Internet. 

Por ejemplo, los músicos reciben migajas al final de la cadena alimenticia. Si uno era un compositor, hace 25 años, escribía una canción de éxito, vendía millones de copias, ganaba unos 45.000 dólares en beneficios. Hoy, si uno es compositor, escribe una canción de éxito, tiene millones de reproducciones… y gana 36 dólares, suficiente para una buena pizza dirían algunos de los que estrujaron al compositor.

Por ello, Imogen Heap, ganadora un premio Grammy, cantante y compositora, ahora está poniendo música en un ecosistema basado en blockchain. Lo llama “Micelios” y la música tiene un contrato inteligente que la rodea. Y la música protege sus derechos de propiedad intelectual. ¿Quieren escuchar la canción? Es gratis, o quizá unos microcentavos van a una cuenta digital. Si quieren poner la canción en una película, es diferente, los derechos de propiedad intelectual están especificados. ¿Quieren hacer un tono de llamada? Eso es diferente. 

Ella describe que la canción se vuelve un negocio. Allí en esta plataforma se auto publicita, protege los derechos de autor, y como la canción tiene un sistema de pago en el sentido de una cuenta bancaria, todo el dinero vuelve al artista, y ellos controlan la industria, en vez de estos intermediarios poderosos.

Ahora, no se trata solo de compositores, todo creador de contenido, artistas, inventores, descubridores científicos, periodistas… [/vc_column_text][/ct_textbox][vc_column_text]Hay todo tipo de personas que no reciben compensación justa, y con la blockchain, podrán prosperar. Eso es maravilloso. Estas son cinco oportunidades para resolver el problema de una prosperidad real para todos. Pero la tecnología no crea prosperidad, por supuesto, la crean las personas. 

La idea que sale a la luz tras toda esta lectura es que el genio de la tecnología se ha escapado de la lámpara, y lo ha convocado una persona o un grupo de personas en este momento incierto en la historia humana, y nos está dando otro empujón, otra oportunidad para volver a escribir la matriz económica y el viejo orden de cosas, y resolver algunos de los problemas más difíciles del mundo, si así lo queremos.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row]

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de WE FINANCE CLUB. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión, así como verificar previamente la legislación de su país de residencia.

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